Los voluntarios de Care 4 Cats trabajan incansablemente durante todo el año para ayudar a los gatos abandonados y salvajes de Ibiza. Si bien su trabajo puede ser difícil y a veces desgarrador, son historias como ésta las que hacen que todo valga la pena. El verano pasado, un gatito apareció en el motor del coche de la residente local Kath Berry. Podía oírlo, pero no podía encontrarlo, así que llamó a Care 4 Cats, que llegó a su casa en una hora. El plan era capturar, rehabilitar y domesticar al gato para poder encontrarle un hogar. El voluntario se quedó durante medio día esperando a que saliera el gato, pero no salió. Durante los siguientes cinco días llegaron más voluntarios, y finalmente el gato salvaje salió del motor e hizo del jardín de Kath su hogar.

Con la orientación de Care 4 Cats, Kath y sus hijos lentamente domesticaron al gatito, y a los seis meses el veterinario voluntario, Stephen Oetjen, lo castró. La historia tiene un final feliz ya que el gatito encontró un hogar permanente en Santa Eulalia con Caroline Sharp. Hasta la fecha, Care 4 Cats ha castrado a más de 17.500 gatos en Ibiza, lo que mantiene a la población más pequeña y saludable. También han dejado a muchos gatitos con dueños felices. Es un logro muy valioso por parte de los voluntarios desinteresados de esta admirable organización benéfica.