Irlanda se ha unido a la creciente lista de países que han decidido prohibir la prospección de petróleo y gas por fracturación hidráulica: lo que se conoce como 'fracking'. Este controvertido método de perforación para extraer petroquímicos de la roca de esquisto se ha relacionado con el suministro de agua contaminada, el aumento de los terremotos y la contaminación del aire. Siguiendo los pasos de Francia, Escocia y Alemania, entre otros, Irlanda ha decidido prohibir este peligroso procedimiento.

Tony McLoughlin del Parlamento irlandés comentó: «Esta ley significa que las comunidades del oeste y el noroeste de Irlanda estarán a salvo de los efectos negativos del fracking hidráulico. Si se permite que ocurra, representaría una amenaza importante para el aire, el agua, la salud y la seguridad de las personas y las comunidades aquí».